domingo, 28 de julio de 2013

Capitulo 1 - La misteriosa forma de ser

Si pienso en tener una oportunidad empiezo a sentir espasmos tremendos en el cerebro y en mi corazón, no puedo orientarme ni en el dónde, el cómo, cuándo, qué. Nada. No sé nada. Tal vez lo único que sé es que puedo llegar a tener una oportunidad, pero tal vez, si no encuentre alguna disposición que me defina, no pueda reconocerla y la deje pasar, rápidamente, "como el Tour de Francia".

Necesito que la vida me dé una señal, lo que sea. Prometo ser sumamente perceptiva, estar atenta, interpretarla como si se tratase del enigma mas intrincado que exista. No puedo seguir confiando mi rumbo a mi mente, no se si crea destinos o pesadumbre, con sus sueños, pequeñas ilusiones y hasta utopías que, a menos que crea vivamente en que van a suceder, me asustan.

Voy a creer, eso sí, en que estaré sentada en un gran umbral, con la cara directa al sol, descalza, repartiendo mi tiempo entre todas las amorosas virtudes y defectos que me corresponden, feliz, en mi mundo compartido. Voy a creerlo, o todo puede resultar muy mal, como una gigante eclosión entre mi propia persona y todo lo que nubla mi pensamiento.

Esto es una crisis, pero una crisis que termina en iluminación, y según tengo entendido, se siente fantástico.



No hay comentarios:

Publicar un comentario